Este tema debería ser de gran importancia para los mexicanos ya que, la crisis por la que los Estados Unidos están pasando podría afectar principalmente a México por su cercanía y volumen comercial.
“El 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México depende de Estados Unidos, de acuerdo con Reuters. El martes pasado, Merrill Lynch, una de las más influyentes firmas de Wall Street, redujo de 1.6 a 0.8 por ciento su pronóstico de crecimiento de la economía de Estados Unidos para 2008. El Banco de México anunció el viernes pasado que ajustará a la baja su proyección de crecimiento del PIB mexicano en 2008, que ahora ubica en torno a 3.2 por ciento, medio punto menos del registrado en 2007”[1]. Por estas razones es evidente que México sería afectado con este fenómeno.
Ante este acontecimiento, la reacción del presidente de México Felipe Calderón aseguró que México no reducirá sus gastos ante la crisis internacional, por el contrario, lo aumentará y también incentivará la inversión, especialmente en salud, pues el país se ha preparado por años para momentos como este.
Por otra parte, la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, declaró que “la economía estadunidense es resistente y saludable, y sus fundamentos económicos de largo plazo son saludables. Estados Unidos sigue dando la bienvenida a la inversión extranjera y al comercio libre. Y nuestra economía seguirá siendo un motor líder del crecimiento económico global”.
Por lo que podemos decir que al parecer nadie se preocupa verdaderamente por la crisis que está enfrentando nuestro vecino norteamericano, ni los norteamericanos y mucho menos los mexicanos. Lo que hace parecer que ésta crisis no tiene tanta importancia, como los medios de comunicación lo han expuesto.
El multimillonario húngaro-estadunidense George Soros anticipó, que “la crisis por la que atraviesa la economía de Estados Unidos traerá el fin del dólar como divisa de reserva en el mundo”[2]
“El 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México depende de Estados Unidos, de acuerdo con Reuters. El martes pasado, Merrill Lynch, una de las más influyentes firmas de Wall Street, redujo de 1.6 a 0.8 por ciento su pronóstico de crecimiento de la economía de Estados Unidos para 2008. El Banco de México anunció el viernes pasado que ajustará a la baja su proyección de crecimiento del PIB mexicano en 2008, que ahora ubica en torno a 3.2 por ciento, medio punto menos del registrado en 2007”[1]. Por estas razones es evidente que México sería afectado con este fenómeno.
Ante este acontecimiento, la reacción del presidente de México Felipe Calderón aseguró que México no reducirá sus gastos ante la crisis internacional, por el contrario, lo aumentará y también incentivará la inversión, especialmente en salud, pues el país se ha preparado por años para momentos como este.
Por otra parte, la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, declaró que “la economía estadunidense es resistente y saludable, y sus fundamentos económicos de largo plazo son saludables. Estados Unidos sigue dando la bienvenida a la inversión extranjera y al comercio libre. Y nuestra economía seguirá siendo un motor líder del crecimiento económico global”.
Por lo que podemos decir que al parecer nadie se preocupa verdaderamente por la crisis que está enfrentando nuestro vecino norteamericano, ni los norteamericanos y mucho menos los mexicanos. Lo que hace parecer que ésta crisis no tiene tanta importancia, como los medios de comunicación lo han expuesto.
El multimillonario húngaro-estadunidense George Soros anticipó, que “la crisis por la que atraviesa la economía de Estados Unidos traerá el fin del dólar como divisa de reserva en el mundo”[2]
[2] Durante un debate en el foro de Davos.
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